Me apasiona mi profesión y me gusta hablar claro, así que, para presentarme, lo primero que quiero decir es que la mía no es una consulta low cost. Entre otras razones, porque nunca uso implantes de baja calidad. Estos pueden ser hasta un 50% más baratos de los que uso yo, de modo que si usted, antes que ninguna otra consideración, lo que valora son los saldos, no pierda el tiempo conmigo. Le diré más: los implantes que pongo no son para toda la vida, porque, aunque todo se andará, no se han inventado aún los que no haya que cambiar cada diez años. Con todo, si alguien le dice que puede colocarle uno que durará eternamente, es usted muy libre de contratar sus servicios. Yo solo trabajo con las gamas más altas de implantes de las marcas más fiables porque producen menos complicaciones postoperatorias.
Como digo, me apasiona mi profesión y por ello nunca dejaré de ejercerla según mis niveles de autoexigencia. Por eso nunca opero con prisas. Si alguien le dice que en una hora le puede hacer un implante de mama simple o una lipoaspiración, de nuevo, es usted muy dueño de contratar sus servicios. Yo, nunca invierto menos de dos en un implante de mama y en una lipoaspiración no menos de tres. Además, no acostumbro a hacer más de dos cirugías por día porque eso me permite operar todos los casos como si fueran únicos y mantener estándares de calidad óptimos.
Procuro hacer la menor agresión posible al cuerpo y utilizo las técnicas menos invasivas que dan mejores resultados a largo plazo.
Y para concluir: no me gusta nada tener vendedoras en la consulta. Si viene aquí porque quiere hacerse una otoplastia, sepa que nadie le intentará vender a toda costa, además, una crema, un botox o un implante de glúteos, que nadie, salvo yo, le aconsejará el tamaño del implante que le conviene. Me gusta el trato directo con el paciente, así que, si cree que puedo ayudarle, le atenderé personalmente y le daré mi opinión sobre lo que necesita.
