Los Peeling:
El invierno es la mejor época para colocar los ácidos en la cara ya que el sol no cae con tanta fuerza. Los peeling generalmente son procedimientos poco agresivos que producen una mejora sustancial en la piel, renovándola, dándole brillo y luminosidad. Estan indicados en el fotoenvejecimiento cutáneo, en la flaccidez, para el acné y sus cicatrices, en pieles hiperpigmentadas (cloasmas y melasmas), léntigos y queratosis.
La Abdominoplastia Tuluá:
La Abdominoplastia tradicional se ha revolucionado por completo con esta técnica en la que se permite afinar con lipoaspiración el abdomen superior. En la técnica tradicional la lipoaspiración de esta zona del abdomen estaba prohibida y
a que la posibilidad de complicaciones aumentaba enormemente.
La técnica Tuluá va a ser tendencia este año, pero no es para todos los públicos. Los pacientes con una gran separación de la musculatura de los rectos no son candidatos.
La Lipoaspiración racional:
Más allá de la miríada de aparatos que se venden para lipoaspiración y que solo sirven como objeto de marketing (El lipolaser puede producir graves quemaduras y degrada la grasa de manera tal que no se puede usar como auto injerto, el vaser o liposucción ultrasónica produce grandes equímosis, o los mangos vibradores que producen grandes seromas), lo que se impone es la liposucción tradicional de toda la vida en la que lo que realmente importa son las manos del cirujano; pero más allá de esto, estos años atrás nos hemos acostumbrado a ver en redes sociales lipoaspiraciones extremas con esqueletizaciones de los tejidos francamente peligrosas (la mayoría de las veces producto de retoques fotográficos). Se impone pues una lipoaspiración más racional (sin olvidar por supuesto que el fin básico de la lipoaspiración es modelar, no reducir el peso) sin adelgazamientos extremos de los tejidos que obligan a dos y tres intervenciones con la carga de complicaciones que eso conlleva.
